Hemos oído mucho en los últimos años sobre
Coaching y Coaches, y en muchos casos desconocemos si hacen algo similar en las
empresas a lo que realiza el Asesor, Tutor, Mentor, Consultor, Psicólogo
Organizacional u Ocupacional. Efectivamente,
los anteriores apoyan a la organización y sus colaboradores en su proceso de
desarrollo, y el Coaching igualmente aporta valor para un mejor rendimiento
tanto grupal como individualmente.
Entonces, ¿qué es el Coaching? Es un proceso de
interacción humana privada y breve de carácter profesional (basado en ética y
deontología) que permite potenciar el desempeño y garantiza el desarrollo más
sano y coherente de los individuos en su entorno cotidiano, tanto en el trabajo
como fuera del hábitat laboral. A través de una metodología comprobada en
muchos países en Europa y América, el Coach canaliza las necesidades de su
cliente (Coachee) y a través de mecanismos exploratorios específicos, delimita
el objetivo o propósito que el mismo cliente identifica y acuerdan un plan de
acción muy detallado que garantice que sea ejecutado y cumplido en el tiempo
establecido. Generalmente, este proceso es breve y definido a un máximo de 12
sesiones, programadas semanal o quincenalmente, para combinar fluidez, coherencia,
seriedad y maduración de los planteamientos de una sesión a otra.
Muchos Consultores Organizacionales se hacen
llamar Coach, porque “enseñan a otros” a realizar determinada labor o tarea,
como el Coach de Bateo en béisbol, y, aunque no está lejos de la realidad, tampoco
es exacto, realmente es una especialidad con identidad propia, con fundamento
científico y background extraído de la psicología, filosofía y la
medicina. Cada sesión de Coaching dura
entre 45 y 60 minutos y se recomienda realizarse en un espacio cerrado,
privado, que permita la comodidad tanto del Coach como del Cliente; dicho lugar
debe ser acordado entre las partes al inicio del proceso.
A saber el Coaching se desarrolla a través de
cuatro fases:
- Análisis de la situación actual o inicial del cliente.
- Planteamiento del objetivo que el cliente quiere alcanzar al finalizar el proceso.
- Exposición de los medios o recursos de los que dispone el cliente para alcanzarlo.
- Presentación de acciones y decisiones a tomar para avanzar en su objetivo.
El Coach debe ser preferiblemente un profesional
formado y certificado en Coaching, con vocación de servicio al cliente y
enfocado en resultados concretos más que en las personas, ya que aunque se
desea que el cliente tenga un rendimiento superior, al Coach no le interesa
ganarse su afecto. Por ello, no se
recomienda que el Coach conozca y tenga alguna relación socio-afectiva con el
cliente para evitar conflicto de intereses.
En las empresas hoy en día, han estado
incorporando cada vez más los servicios de los Coaches para apoyar y acompañar
en su proceso de desarrollo y autorrealización a los colaboradores de confianza
(generalmente de niveles técnicos-profesionales en adelante, staff
supervisorio, gerencial y ejecutivo). Los clientes suelen expresar un estado de
mayor conciencia de sí mismo y de determinación en lograr sus metas profesionales
y personales, lo que a su vez genera mayor satisfacción individual y
mejoramiento progresivo del clima de trabajo.
Si deseas los servicios de un Coach, cerciórate que tenga la formación
en un instituto reconocido, para que asegures tu inversión.
Psic. Msc. Juan Andrés Carballo
Fargier
Consultor, Conferencista y Coach
Profesional
Director de Grupo Staff Consultores,C.A.
Twitter: @jacarballof
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