Si bien una póliza de seguros no puede evitar que enfermes
sin duda te ayudara a mitigar el impacto económico que puede suponer la restauración
de tu salud, ya sea que cubran todo o en parte los costos hospitalarios, medicinas,
tratamientos u otros gastos médicos que suelen ser realmente altos y que pueden
arruinar al desprevenido.
Así mismo se debe tener presente que en nuestra región (no
solo en nuestro país) los sistemas de salud pública son muchas veces ineficientes.
A esto sumémosle también el hecho de que estamos en un país donde una gran mayoría de los
trabajadores son independientes o informales, los cuales ante una enfermedad o
un accidente inesperado pueden sufrir un verdadero shock económico enfrentándose
a perdidas bruscas no solo por los gastos médicos y sino además por su
inactividad laboral. En estos casos los seguros juegan un papel clave a favor
del precavido y son determinantes ante la materialización de algunos de los
muchos riesgos a los que estamos expuestos.
Recordemos que
estamos en un “Nueva Normalidad” y lo que debe prevalecer es la prevención y la
seguridad, contrata ya mismo un seguro médico y compleméntalo si te es posible
con un seguro de accidentes personales que incluya la cobertura de incapacidad.
No olvides que en la actualidad la calve está en las acciones y en este caso tu
inacción puede costar caro.
Al momento de contratar tu plan de seguros ten presente
estos tips:
- Asístete de un asesor de seguros profesional certificado y acreditado como tal (que no te de pena pedir sus credenciales).
- Elige el mejor plan de seguros que puedas pagar, no el más barato. Ten presente que si te diagnosticaran una enfermedad grave no buscaras un médico barato, buscaras uno que sea bueno.
- Al elegir la cobertura de tu póliza piensa en el “Gran Siniestro” ese que te puede descapitalizar, luego junto con tu asesor diseña un plan a tu medida. Si tu capacidad económica y el plan de seguros lo permiten contrata planes con deducibles que eventualmente puedas asumir, con esto puedes bajar el costo de las primas.
- Al elegir la aseguradora, evalúa que te resulta mejor, si contratar una póliza local o una internacional. Las primeras ofrecen mayor seguridad jurídica al estar reguladas por entes nacionales, las segundas ofrecen mayores coberturas y son más aceptadas por las clínicas pero son empresas cuyas pólizas se diseñaron "en principio" para fungir como planes de gastos médicos mayores y eventualmente volverán a ser solo eso, planes de gastos médicos mayores que deberán complementarse con una póliza local.
- Evalúa las clínicas afiliadas; cuales están en tu localidad, cuales están en las ciudades que frecuentas si viajas. Si una aseguradora tiene pocas clínicas, ve la calidad de estas y piensa que factor es más relevante para ti, que tenga un gran número de clínicas o que tenga pocas, pero de calidad.
- Presta atención a las coberturas o beneficios adicionales que tienen como “valor agregado” los planes que te ofrecen; algunos pueden resultarte útiles y otros tal vez no. Esto es de mayor relevancia si esas coberturas tienen algún costo adicional.
- Por último, se tú el que elijas, si bien requieres de un asesor de seguros para diseñar el mejor plan de seguros posible, eres tú el que debe elegir. Exige que te presenten varias opciones y con la información disponible elije el que mejor se adapte a tus necesidades.
Siempre habrá incertidumbre y nunca estaremos libres de
riesgo, por eso cuanto mejor gestiones tus riesgos hoy, menor será el impacto
de ellos mañana.
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Consultor – Asesor de Seguros
CEO de Lemar Group Consulting, C.A.
